Presentación del curso

Bienvenido al blog de Historia de la Iglesia Contemporánea. A partir de un marco cronológico (fines del siglo XVIII al siglo XX), se plantea el análisis y reflexión sobre la historia de la Iglesia en la época contemporánea, con un énfasis especial en la historia latinoamericana y peruana.
Aquí encontrarás una serie de recursos que te permitirán profundizar en los distintos temas y desarrollar los aprendizajes esperados. Puedes participar comentando la información.

Ejes temáticos:
1. Las relaciones Iglesia-Estado y el proceso de secularización.
2. Las transformaciones mundiales y sus repercusiones en la Iglesia.
3. El desarrollo histórico de la Iglesia peruana en el contexto histórico latinoamericano y mundial.
4. El rol del laicado en la Iglesia contemporánea, la aparición de nuevas congregaciones religiosas así como las distintas manifestaciones de la religiosidad popular.

martes, 10 de agosto de 2010

Expulsión de los jesuitas

Carlos III de España

Consulta del Consejo Extraordinario en la que explicaba a Carlos III los motivos por los que no debía ceder ante las presiones de Clemente XIII para que revocara el decreto de expulsión de la Compañía.


Con papel de Don Manuel de Roda al Conde de Aranda, Presidente del Consejo del día de ayer 29 de este mes se digna Vuestra Majestad remitir al Extraordinario el Breve de Su Santidad de 16 del corriente en que se interesa a favor de los Regulares de la Compañía del nombre de Jesús a fin de que se revoque el Real Decreto de su estrañamiento, o que al menos se suspenda la egecución reduciendo a términos contenciosos esta materia, cuio Breve manda Vuestra Majestad se vea por los Ministros que componen el Consejo Extraordinario para acordar la respuesta que debe darse a Su Santidad.

Habiendo sido convocados en este día con asistencia de los Fiscales de Vuestra Majestad en la Posada del Conde de Aranda se leyó con la Real Orden el citado Breve que estaba a mayor abundamiento traducido para la completa inteligencia de todos.

Los Fiscales expusieron de palabra quanto estimaron en este asunto, y con unanimidad de dictamen ha procedido el Consejo sin que por la brevedad se tubiese por necesario que los Fiscales extendiesen por escrito su respuesta por ser idéntica con el dictamen del Consejo.

En primer lugar se ha advertido que las expresiones de este Breve carecen de aquella cortesanía de espíritu, y moderación que se deben a un Rey como el de España, y de las Indias, y a un Príncipe de las altas calidades que admira el universo en Vuestra Magestad y hacer el hornamento de nuestra Patria, y de nuestro Siglo.

Merecería este Breve que se hubiese denegado la admisión reconociéndose antes su copia; porque siendo temporal la causa de que se trata no ay Potestad en la tierra que pueda pedir cuenta a Vuestra Majestad de sus decisiones; quando Vuestra Majestad por un acto de respeto dió con fecha de 31 de Marzo noticia a Su Santidad de la providencia que había tomado como Rey en términos concisos, exactos, y atentos.

Bien se hace cargo el Consejo que por ser la primera que se recibe del Papa en este asunto ha sido cordura admitir la Carta, o sea Breve, para apartar en esta providencia quanto sea posible todo pretexto de resentimiento a la Corte Romana.

Contienen las cláusulas de la carta de Su Santidad muchas personalidades para captar la venebolencia de Vuestra Majestad, y disimuladamente se mezclan otras expresiones con que el Ministerio de Roma en voca de Su Santidad quiere censurar una providencia, cuios antecedentes ignora, e ingerirse en una causa impropia de su conocimiento, y de que Vuestra Majestad prudentemente prudentemente ha dado a Su Santidad aquella noticia de urbanidad y atención que correspondía.

El contestar sobre los méritos de la causa sería caer en el inconveniente gravísimo de comprometer la Soberanía de Vuestra Majestad que sólo a Dios es responsable de sus acciones.

No estraña el Consejo que el Papa noticioso de la determinación tomada en España contra los Regulares de la Compañía pasase su intercesión a su favor; ya porque se sabe la gran mano y poder de estos Regulares en la Curia Romana, y la declarada protección del Cardenal Torregiani Secretario de Estado de Su Santidad íntimo confidente, y paisano del General de la Compañía Lorenzo Ricci su Confesor, y Director, pero es mui reparable el todo que se toma en esta Corte nada propio de la mansedumbre Apostólica.

Preténdese con exclamaciones ponderar el mérito de la Compañía, y haber debido su fundación en especial a San Ignacio, y San Francisco Xavier no obstante que este último no profesó en ella.

Pero al mismo tiempo se omite el gran número de Españoles virtuosos, y Doctos como el Obispo Don Fray Melchor Cano, el Arzobispo de Toledo Don Juan Siliceo, el Obispo de Albarracín Lanuza, el célebre Benito Arias Montano, y otros insignes sugetos de aquellos tiempos que se opusieron constantemente al establecimiento de este Cuerpo, con presagios nada favorables a él, y entre ellos se debe contar a San Francisco de Borxa su tercer General, que empezó a discernir el Espíritu de la Compañía y en el orgullo que le daban sus immódicos Privilegios conseqüencias mui perniciosas para lo sucesivo; y en verdad, que éste es un testimonio irreprensible, y doméstico.

Su Sucesor el General Claudio Aquaviva reduxo a un total despotismo el Gobierno, y con pretexto de método de estudios abrió la puerta a la relaxación de las Doctrinas morales, o lo que se llama Probabilismo; relaxación que tomó tanta fuerza, que ya a mediados del Siglo anterior no la pudo remediar el Padre Tirso González.

El Padre Luis de Molina alteró la doctrina theológica apartándose de San Agustín, y Santo Thomás de que se han seguido escándalos notables.

El Padre Juan Harduino llebó el scepticismo hasta dudar de las Escrituras Sagradas; cuio sistema propagó su discípulo el Padre Isac Berruyer estableciendo la doctrina antitrinitaria del Arrianismo.

En la China, y en el Malabar han hecho compatible a Dios, y a Belial; sosteniendo los ritos Gentílicos, y reusando la obra a las Decisiones.


En el Japón, y en las Indias han perseguido a los mismos Obispos, y a las otras Órdenes Religiosas con un Escándalo que no se podrá borrar de la memoria de los hombres, y en Europa han sido el Centro y punto de reunión de los tumultos, rebeliones, y regicidios.

Estos hechos notorios al Orbe no se ven atendidos en el Breve Pontificio, ni las Calificaciones de los Tribunales más solemnes de todos los Reynos, que los han declarado cómplices en ellos.

El mismo Padre Juan de Mariana escrivió un tratado en que manifestó la corrucción de la Compañía desde que se adoptó el sistema del General Aquaviva, y se opuso a él con los Padres Sánchez, Acosta, y otros célebres Españoles, pero sin otro fruto que hacerse víctima de la verdad.

De lo dicho se infiere por másque se prodiguen en la Carta escrita anteriormente de Su Santidad las alabanzas del Instituto que nada ay más distante de los verdaderos hechos que es imposible disimular por ser tan públicos, ni creer, que todo el Orbe se engaña, y todas las Edades que sólo los Jesuitas tienen razón hablando en causa propia.

Prelados, Cabildos, Órdenes Regulares, Universidades, y otros Cuerpos se han mantenido en estos Reynos en perpetuas alteraciones nacidas de la conducta, y doctrina de los Jesuitas, no habiendo orden alguna que se aya distinguido tanto en sostener estas oposiciones, haciendo causa común entre sí para predominar los demás cuerpos, o dividirlos en facción.

Así se dio a conocer la Compañía desde que se fundó, y así se hallaba quando Vuestra Majestad se sirvió por su Real Decreto de 27 de febrero de este año mandar extrañarla de sus Dominios.

Por más exageraciones que aya a favor de su Instituto los árboles se deben conocer por su fruto, y el que una facción tan abierta más es Espíritu anti-Evangélico de facción, que regla ajustada de vivir.

No obstante que el Consejo Extraordinario podía examinando las máximas del Instituto probar la contrariedad de muchas al Derecho Natural, como es la pribación de defensa a los súbditos, y la esclavitud de su entendimiento; al Derecho Divino qual es, estar privada entre estos Regulares la corrección fraterna, y la rebelación del secreto de la Penitencia a los Superiores; al Derecho Canónico como es la elección de los Superiores por capricho del General sin hacerse canónicamente como el Concilio lo manda; las exenciones exorbitantes de la Jurisdicción Episcopal con perturbación de los mismos párrochos; al Derecho Real en estar impedidos los súbditos de los recursos de protección contra sus Superiores, y en la erección de Congregaciones ocultas, y perjudiciales con otras muchas cosas de este modo; sin embargo se abstubo de entrar en esta materia para evitar que la Corte Romana tomase de ay pretextos de queja.


No se advierte igual moderación en las expresiones del Breve tan extendidamente favorables a los Jesuitas que nadie puede dudar la influencia del Padre Lazari, Giacomeli, y otros aficionados a estos Padres que han hecho poner en voca de Su Santidad las expresiones que se leen en el Breve, y están superabundantemente rebatidas por los Tribunales, y escritores de Francia, y Portugal, sin que sea necesario añadir razones, ni tomar como actos infalibles los Estatutos, que las Congregaciones de los Jesuitas sin noticia de los Reyes han adoptado a provecho suyo; pues se debe mirar como hecho de un tercero que no puede perjudicar a los derechos de la Regalía, a la de los Obispos, ni a los de otros ningunos interesados, porque este Cuerpo no tiene la Legislación de las Naciones a su cuidado.

Prosigue el Breve Pontificio ponderando la falta de estos Operarios, y sus méritos; especialmente en las Misiones de Infieles. Por fortuna uno, ni otro puede merecer cuidado a Su Santidad.

No faltan Operarios pues como Vuestra Majestad manifestó en la Real Pragmática Sanción de 2 de este mes les ay abundantes en el Clero Secular y Regular de estos Reynos, reinando la mayor armonía, y uniformidad, y un esmero a porfía en atender al bien Espiritual de las almas como se está experimentando en el mes que ha corrido desde la intimación de la providencia, sin que su falta se heche menos para los Ministerios Espirituales, hallándose por otro lado el Gobierno Civil libre ya de aquellas zozobras, rumores, e inquietudes que ocasionaba el Espíritu de facción de estos Regulares.

Menos se puede decir que harán falta en las Misiones para convertir infieles, quando en Chile consta les toleran la superstición del Machitum, en Filipinas rebelan a los Indios a favor de los Ingleses, y en todas las Indias como el Paraguay, Moxos, Mainas, Orinoco, Californias, Cinaloa, Sonora, Pimeria, Nayari, Tarahumari, y otras naciones de Indias se han apoderado de la Soberanía, tratan como enemigos a los Españoles privándoles de todo comercio, y enseñándoles especies horribles contra el Servicio de Vuestra Majestad.

Todo esto lo ignora el Pontífice porque con su artificio han hallado medios de desfigurar la verdad que ni aún podrían haber percibido los Ministros del Consejo Extraordinario a no hallar la evidencia en los mismos documentos de los Jesuitas.

El abandono Espiritual de sus Misiones lo confiesan ellos mismos en su íntima correspondencia, la profanación del sigilo de la confesión, y la codicia con que se alzan con los bienes. En fin por sus mismos papeles resulta que el Uruguay salieron a campaña con Exércitos formados a oponerse a los de la Corona, y aora intentaban en España mudar todo el Gobierno a su modo enseñando, y poniendo en práctica las doctrinas más horribles.
Misión jesuita del Paraguay

Abundando en estos Reynos tanto número de Clérigos, y Religiosos doctos, fieles, y timoratos se conoce que los Jesuitas tienen fascinada la Corte Romana figurándose solos, y únicos para la conversión de Infieles, y salud de las almas contra lo mismo que se está tocando.

Si fuesen útiles, e indispensables, indispensables, ¿qué Gobierno havría tan insensato que los expeliese? Pero si por el contrario, ni son necesarios ni convenientes, antes notoriamente nocivos, ¿quién los puede tolerar sin exponer a ruina total, y cierta el Estado? No son tan reparables en el Breve las ilaciones, quanto los antecedentes voluntarios de que se deducen. Esto mismo prueba, que Su Santidad se halla preocupado de su Ministro en quien tiene librado su Gobierno agobiado de los años, y de sus achaques.

La misma experiencia desengañará a Su Santidad, y tranquilizará su ánimo; lo que en el día no se lograría con razones por la grande influencia del Cardenal Ministro, y del Nepote adictos a la Compañía. Entrar pues en discusiones, sobre que producen encuentros, ningún efecto favorable produciría a este negocio.

Insensiblemente el Breve prepara dos medios de defensa a los Jesuitas, fundando el uno en que el delito de pocos no debe dañar a su Orden en común, y el otro se fija en la indefensión por no haber sido oídos. En el primero funda la revocación del Decreto de Estrañamiento, y en la indefensión la subsidiría de que se suspenda la egecución, y admitan defensas, comparando el Decreto de Vuestra Majestad al de el Rey Asuero contra los Isrraelitas. Este es en resumen toda la substancia del Breve Pontificio.

Quando se discurre con generalidad de las materias, y disimulan sus particulares circunstancias, no es difícil traerlas al aspecto que se desea. No así quando sin prevención se busca la verdad.

El admitir un Orden Regular, mantenerle en el Reyno, o expelerle de él es un acto providencial, y meramente de Gobierno, porque ningún Orden Regular es indispensablemente necesario en la Iglesia al modo que lo es el Clero Secular de Obispos y Párrochos, pues si lo fuera le habría establecido Jesuchristo Cabeza y fundador de la Universal Iglesia; antes como materia variable de Disciplina las Órdenes Regulares se suprimen como las de Templarios y Claustrales en España, o se reforman como las de los Calzados, o varian en sus Constituciones que nada tienen de común con el dogma, ni con el moral, y se reducen a unos establecimientos píos con obgetos de esta naturaleza, útiles mientras les cumplen bien, y perjudiciales quando degeneran.

Si uno o otro Jesuita estubiese únicamente culpado en la encadenada serie de bullicios, y conspiraciones pasadas no sería justo ni legal el Estrañamiento, no hubiera habido una general conformidad de votos para su expulsión, y ocupación de temporalidades, y prohibición de su restablecimiento. Bastaría castigar los culpados como se está haciendo con los cómplices, y se ha ido continuando por la Autoridad Ordinaria del Consejo. Al Papa no manifiesta su Ministerio la depravación de este Cuerpo en España, ¿qué sabemos si algunos de aquel Ministerio consienten en las novedades mismas a vista de tan abierta protección? Con que no es cierto el supuesto de que por el delito de pocos se expele al Común. El particular en la Compañía no puede nada; todo es del Gobierno, y ésta es la masa corrompida de la qual dependen todas las acciones de los individuos, máquinas indefectibles de la voluntad de los Superiores.

El punto de Audiencia, ya le tocó el Consejo Extraordinario en su Consulta de 29 de Enero afirmando que en tales causas no tiene lugar porque se procede no con jurisdicción Contenciosa sino por la tuitiva y Económica con la qual se hacen tales estrañamientos y ocupación de temporalidades sin ofender en un ápice la inmunidad aún en el concepto más escrupuloso conforme a nuestras Leyes.

En este Breve se declama por la Audiencia; en Francia se negó a los Parlamentos por la Corte Romana la Jurisdicción, y aún a eso alude el Breve, buscando por Jueces, Obispos y Religiosos en quienes influir aquel Ministerio su arbitrio, y exponer el Reyno a combustión.

El Arzobispo de Manila, el Obispo de Ávila, y el Padre Pinillos, Obispos son y Religiosos; todos han convenido en la autoridad Real para tomar esta providencia, y aún en la necesidad de ella sin haber visto más que las obras anónimas impresas clandestinamente. ¿Qué dirían actuados de tanto cúmulo sistemático de excesos en la Compañía?

¿Qué seguridad tendría Vuestra Majestad ni Príncipe alguno Católico si las causas de infidencia en los Eclesiásticos exentos dependiesen de la Corte Romana en contradicción con el Gobierno político, o del juicio de Obispos y Religiosos haciéndoles Jueces en causa propia? Con estas máximas pereció la Monarchia de los Godos en España, y el Imperio de Oriente.

Antonio Pérez en sus advertencias políticas previene, hablando de los Regulares, «que jamás ha dejado de tener mui gran parte en las Conjuraciones, y rebeliones, que siempre cubren con nombres falsos de Religión», y así avisa del gran cuidado que se debe tener con ellos.

Y porque Vuestra Majestad se persuada que aún los Religiosos mismos, y Eclesiásticos piensan así, Fray Juan Márquez dice que nada más debe temer un Soberano que a las Comunidades poderosas, ¿Quál ha llegado a tan alto grado de poder como la Compañía, ni que haya abusado de él tan abiertamente, combatiendo los Monarcas, los Obispos, y los Papas a rostro firme?

No es sóla la complicidad en el Motín de Madrid la causa de su estrañamiento, como el Breve lo da a entender: es el Espíritu de fanatismo, y de Sedición, la falsa doctrina, y el intolerable orgullo que se ha apoderado de este Cuerpo. Este orgullo esencialmente nocivo al Reyno y a su prosperidad contribuie al engrandecimiento del Ministerio de Roma, y así se ve la parcialidad que tiene en toda su correspondencia reservada el Cardenal Torregiani para sostener a la Compañía contra el poder de los Reyes. El Soberano que sucumbiese sería la víctima de esta, a pesar de las mayores protextaciones de la Curia Romana.

Por todo lo qual, Señor, es de unánime parecer con los Fiscales el Consejo Extraordinario de que Vuestra Majestad se digne mandar concebir su respuesta al Breve de Su Santidad en términos mui sucintos sin entrar de modo alguno en lo principal de la Causa, ni en contestaciones, ni en admitir negociación, ni en dar oídos a nuevas instancias, pues se obraría en semejante conducta contra la Ley del Silencio decretado en la Pragmática Sanción de 2 de este mes una vez que se adoptasen discusiones sofísticas fundadas en ponderaciones y generalidades quales contiene el Breve, pues sólo se hacen recomendables por venir puestas a nombre de Su Santidad. A este efecto acompaña el Consejo Extraordinario con esta consulta la minuta para que se forme idea cabal del concepto.

Entiende así mismo el Consejo que al Ministro de Vuestra Majestad residente en Roma se le debe enterar de las reflexiones contenidas en esta Consulta con una copia literal del Breve (el qual no se le habrá comunicado por el Cardenal Secretario de Estado) para su particular inteligencia a fin de que se halle instruido de las máximas de la Corte para no dar oídos a negociación alguna, y que haga conocer indirectamente, usando de prudencia, disimulo, y firmeza ser el presente asunto únicamente dependiente de la Autoridad Real, y que el negocio está terminado para siempre.

Vuestra Magestad resolverá como siempre lo que sea más de su Real Servicio. Madrid, y Abril 30 de 1767.

Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, legajo 667, doc. n.º 58. Consejo Extraordinario, Madrid, 30 de abril de 1767

http://www.cervantesvirtual.com/bib_tematica/jesuitas/seleccion_textos/seleccion_textos.shtml



25 comentarios:

Anónimo dijo...

Comentario de prueba
Carlos A

Anónimo dijo...

Como una anécdota con lo sucedido con los Padres redentoristas en Polonia, el gobierno comunista confundió la presencia de los redentoristas con la compañía de los jesuitas. A raíz de la expulsión de los jesuitas, que ya no estaban laborando en ese país, al ver a los padres redentoristas, casi idénticos en el hábito, el gobierno nos llamó a los redentoristas “Jesuitas camuflados o disfrazados”, además por el hecho de que los redentoristas nos caracterizamos por las misiones populares en los campos, al mismo tiempo los jesuitas eran misioneros del campo.
Con esa anécdota me puse a pensar que los jesuitas no fueron una compañía que extendió fácilmente su congregación sino sufrieron muchas expulsiones, aun teniendo las protecciones del papa, o de la curia romana. Leyendo el texto me puse cuestionar algunos aspectos que luego traté de responderme. Si es una congregación religiosa que lleva el mensaje de Cristo, arduo trabajo en el apostolado a los pobres, ¿Por qué tanto fueron las voces que pedían el abandono de los jesuitas de los lugares que laboraban? Lo cierto es que la lectura nos presenta algunas cualidades al mismo tiempo las deficiencias de la compañía ¿Cómo cuáles? Primero, se destaca a la compañía por los trabajos que realiza, valorando y honrando a sus hombres virtuosos, empezando desde su santo fundador, y siguientes. Seguidamente, se denuncia a algunos líderes de la compañía que desvirtúan al pueblo con ideas y doctrinas morales que solo sirven de relajación que no enseñan nada positivo. Otros, con pensamientos puramente personales se apartaron de la tradición de la iglesia, armando escándalos. Todos estos sucesos no solo afectaron a un solo lugar sino casi en todo el mundo, provocando, por ejemplo en Japón y en las indias las persecuciones hacia los obispos y a las órdenes religiosas, suscitando revueltas, tumultos, etc. Al parecer la compañía gozaba de prestigios altos, ocupando cargos importantes y con un dominio extraordinario en las tierras del occidente. Se han revelado contra el gobierno español y enseñan falsas doctrinas en las misiones a los infieles de América, han abandonado el lado espiritual, han profanado el sigilo de la confesión, tentados a la codicia de los bienes, etc.
Todos estos escándalos de la compañía, provocó la reacción de los contrarios en España, por la que mediante una carta se solicita a su majestad Carlos III, a no ser cómplice como lo ha sido su santidad, escondiendo las depravadas actitudes de la compañía. Se espera la solución del rey.

David Ahiro dijo...

Ahiro David.
En la Historia de la Iglesia III, habíamos visto que las principales reformas se dieron durante el gobierno del rey Carlos III. Fue durante su gobierno que se dieron el Decreto de Expulsión de los jesuitas. En este artículo, los motivos que llevaron a la expulsión de los jesuitas no están claros. Por ejemplo, se dicen que fueron expulsados en China por haber sostenido los ritos gentílicos (los ritos malabores). Yo creo, esas expulsiones fueron unos grandes errores que hizo la Iglesia. Creo que la Iglesia no tomó su tiempo antes de actuar y dio tiempo a los jesuitas para escucharles. La expulsión como tal, creó una situación difícil en la Iglesia especialmente en Hispanoamérica, China, India y Japón. Creo que la expulsión de los jesuitas es algo que había iniciado antes del siglo XVII y las razones que nos dan en este artículo no son suficientes para garantizarla ej. la profanación del sigilo de la confesión, la codicia con que se alzan con los bienes, más sobre China, Japón y India.

Mirada peruviana dijo...

Recuerden que estamos ante una fuente primaria, es un documento de la época. ¿Cómo podríamos analizarlo entonces?
Carlos

Carmen Torres dijo...

Carmen Torres
En el texto sobre la Expulsión de los Jesuitas, se mencionan los motivos que presenta el consejo extraordinario (conformado por altas autoridades políticas y fiscales) a Carlos III, para que no acepte las presiones de Clemente XIII para poder revocar el decreto de expulsión de la Compañía.
Primero hago mención sobre el contexto histórico: en el Siglo XVIII, el contexto político europeo que se caracterizó por el advenimiento del llamado Despotismo Ilustrado (contiene ideas filosóficas de la ilustración), el cual se impuso grandemente en Francia, España, Portugal, Rusia, etc. y aprovechando el desnivel notorio del prestigio político del Papado; quieren robustecerse de la Iglesia. Finalmente es que por razones netamente políticas, los gobiernos ilustrados deciden acabar con la Compañía de Jesús.
Por otro lado algunos partidarios del absolutismo como: los jansenistas y algunos filósofos franceses, etc, se convirtieron en los grandes enemigos de la Compañía. Además en el documento se percibe que en los países dónde fueron expulsados los Jesuitas, había muchas convulsiones políticas, económicas, religiosas, etc. Por ejemplo en el Japón, en la India… se perseguían a los obispos, órdenes religiosas y Europa, en ese tiempo era el punto de reunión de los tumultos, rebeliones y genocidios.
En segundo lugar los motivos de la expulsión: el consejo deja notar que la expulsión de la orden se da porque los Jesuitas eran un peligro para los países ilustrados de Europa, por su defensa incondicional del Papado, su gran actividad intelectual, su poder financiero (gozaban de privilegios) y su influencia que iban teniendo en la corte Romana. Se dice también que varios personajes insignes de esa época se opusieron a su establecimiento, se critica la actitud y el rol de algunos de sus miembros de la compañía, especialmente de algún general como: San Francisco de Borja, el cual al parecer gozaba de muchos privilegios, su testimonio era irreprensible. De otros se dice que abrieron la puerta a la relajación de doctrina morales, se les acusa de abandono espiritual de sus misiones, etc.
Por otro lado es importante señalar la preparación de los medios de defensa de los Jesuitas: primero que el delito de pocos no debe dañar a toda la orden en común, y el otro se reclama de que antes no han sido oídos.
Todo esto nos refleja que la Compañía de Jesús, se fue ganando muchos enemigos. Algunos lo veían como una orden de corte militar, porque eran confesores de la monarquía y por tanto se convertían en vasallos, también se les ve como liberales, etc. Todo ello se dio porque ellos eran una orden diferente a las ya establecidas, eran muy influyentes en el campo intelectual, en la educación, en la misión, en la cultura, en la monarquía etc. Esto no quita que haya habido algunos miembros de la compañía que se desligaron un poco del Evangelio, pero ello no justifica que había sido la causa principal de su expulsión. Se puede decir también que el trabajo misionero de los Jesuitas, fue truncado por los celos de algunas órdenes religiosas antiguas.

Finalmente de este documento se podrían sacar algunos temas para estudiar como:
• La relación de las antiguas órdenes Religiosas, con las nuevas.
• Influencias de la monarquía en las órdenes religiosas y en la Iglesia misma.
• Repercusión que tuvo la expulsión de la Compañía de Jesús en los distintos sectores sociales y personajes.
• Aporte de la Compañía de Jesús a la Iglesia y a la sociedad.

Anónimo dijo...

Este es un documento escrito al rey Carlos III explicando las razones de expulsión de los jesuitas. Hasta hoy, yo no entiendo nada de este documento. Primer, su lenguaje, es un poco complicado. Pero yo creo la expulsión tenía su consecuencias ante la Iglesia y podemos ver esta expulsión en un contexto mayor. No fue algo fácil para los jesuitas y tampoco por los diferentes lugares porque el rey nunca explicó los motivos que lo llevaron a tomar dicha medida.
Ahiro David.

Soledad Ortiz dijo...

Fue uno de los temas que tratamos en historia de la Iglesia III. Cuando hemos estudiado sobre las duras misiones de los jesuitas en Maynas en el territorio peruano. Ahora vemos el final trágico de la Compañía de Jesús, sin embargo para los misioneros jesuitas una puerta se les cerró, pero otras se les abrieron. Ellos nunca dejaron de misionar, otros países les abrieron las puertas como por ejemplo Rusia.
La expulsión de los jesuitas se dio en el siglo XVIII en un contexto político muy agitado .Carlos III ante las presiones de Clemente XIII. Decreta el 27 de marzo de 1767 la expulsión de los jesuitas de los territorios europeos. A través del Ministro Conde de Aranda, el rey Carlos III decreta el 2 de abril de 1767 la Pragmática de extrañamiento de los jesuitas de los territorios de ultramar, argumentando que la expulsión obedece:
1º A la usurpación de diezmos o violación de ellos hecha a las iglesias;
2º A la quema realizada por la Compañía de muchos libros del obispo Palafox en México.
3º Al régimen independiente y según las autoridades despóticas de las reducciones del Paraguay.
4º A la constante intromisión en política.
5º A la crítica en las reuniones contra la Autoridad Real y Gubernamental.
6º A la participación en rebeliones indígenas.
7º A la predicación en Manila contra el gobierno.
Unos 2.617 jesuitas fueron expulsados de España y América, con desmedro de la educación que venían impartiendo en estos territorios. La gran mayoría de ellos eran españoles peninsulares, produciendo su marcha un vacío irreparable por muchos años.

PREGUNTAS PARA PROFUNDIZAR:
1.-¿Cual fue la causa principalde la expulsión de los jesuitas?
2.-¿cuantos años duró la expulsión de España y de America Latina?
3.-¿Cómo fue la recomposición de la Compaía de Jesús?
4.-¿Cual fue el contexto político del siglo XVIII que marcó a la sociedad europea?

Anónimo dijo...

Carmen Torres:
Complementando un poco a todo lo dicho anteriormente.
Pienso la dificultad de entender un poco en texto, es que es una fuente original, directa.... y que está traducida...y en algunas partes la traducción no tiene mucha ilación- coherencia y quedan palabras o frases un poco sueltas.
Lo importante es que fue una fuente de información que se sometió a consulta del Consejo Extraordinario... para que se derogue o no la expulsión de los Jesuitas. También nos ayuda a entender un poco la manera de proceder de las autoridades monárquicas y también religiosas. Además yo pienso que no nos podemos quedar solo con el parecer de esta fuente escrita, la cual da a conocer solo el punto de vista de un sector (la monarquía) y para conocer los verdaderos motivos de la expulsión de los Jesuitas, también es necesario consultar sus propias fuentes. La historia de una situación o acontecimiento pasado, es más agradable y garantizable cuando se tiene en cuenta la narración, el conocimiento crítico y la memoria histórica de ambos sectores involucrados.

Anónimo dijo...

Este documento es una fuente de primera mano, es decir es una fuente primaria y directa, escrita en un lenguaje complejo y difícil de entender. Es un lenguaje de la época, sin embargo al ser una fuente primaria es de gran importancia para conocer los motivos de la expulsión de los Jesuitas. El Consejo Extraordinario le explica a Carlos III, el destinatario del Breve Pontificio, los motivos por los cuáles no debe ceder a las presiones del Papa Clemente XIII. Desde esta consideración deducimos que el contexto en que se escribió la fuente fue un contexto polémico y divergente. La Carta o el Breve Pontificio que le envía el Papa Clemente XIII al Rey de España, Carlos III, según el Consejo carece de cortesía, espíritu y moderación porque contiene argumentos favorables y pretende con exclamaciones ponderar el mérito de la Compañía de Jesús. Sin embargo, omite hechos notorios y nocivos contra el orden establecido. Por ejemplo, persecución, rebeldía y corrupción. Por más exageraciones que se haya en favor del Instituto los árboles deben conocer por sus frutos dirá el Consejo.
La Carta del Papa resalta la falta de operarios y sus méritos de la compañía de Jesús, especialmente en las misiones de los infieles, además prepara dos medios de defensa a favor de la Compañía de Jesús. El primero fundando en que el delito de pocos no debe dañar a su Orden en común, y el segundo se fija en la indefensión por no haber sido oídos. Estos medios de defensa son cuestionados por el Consejo Extraordinario afirmando lo contrario. Es decir, que todo el Gobierno del Instituto esta corrompido. Es el espíritu de fanatismo, sedición, y la falsa doctrina que se ha apoderado del Instituto. Por ello, el soberano que sucumbiese seria víctima de ésta. Estas son las razones fundamentales que el Consejo Extraordinario le explica a Carlos III para que no revocara el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús.

Preguntas para seguir profundizando en el tema.

¿Tuvierón algo que ver las otras Órdenes Religiosas con la expulsión de la Compañía de Jesús?
¿O sólo fue cuestión de Gobierno?

¿Cómo fue la relación de la Compañía de Jesús con las otras Órdenes Religiosas en este período?

¿Cuál era la visión que tenía de los pueblos conquistados la Compañía de Jesús en el Nuevo Mundo que ideas les infundían?

Todo esto visto desde el auge del despotismo ilustrado en Europa que surge en el siglo XVIII, y que se enmarca dentro de las monarquías absolutas y que pertenece a los sistemas de gobierno del Antiguo Régimen europeo. Sin embargo, incluyendo las ideas filosóficas de la ilustración, según las cuales, las decisiones del hombre son guiadas por la razón.

Orlandín Tocto Aguilera

Unknown dijo...

EDUARDO HERRERA
Estamos frente a un documento oficial del consejo extraordinario de Carlos III, dirigido a Carlos III, quien es clave para entender la supresión de la Compañía de Jesús en el siglo XVIII, ya que actuaba como monarca absoluto; su ideología política, era el Regalismo; idea política de estatalismo contra cualquier otro poder, estaba convencido que podía actuar, por “razones de Estado” contra todo lo que se opusiera al “buen gobierno”. Estamos en un período en que los episcopados y las grandes órdenes religiosas, acataban incondicionalmente lo que el Rey exigía y al parecer la compañía era una amenaza , ya que como bien sabemos, los jesuitas eran muy allegados al imperio y las cuestiones políticas de estado, es más eran confesores de los reyes, por tonto sabían de los problemas por los que el imperio estaba pasando; todo hace pensar que eran los jesuitas lo que se oponían a esta forma de sistema político.
El consejo extraordinario, le exigen a Carlos III cumplir con el decreto, pese al pedido del Papa Clemente XIII, de no ejecutar el decreto de expulsión de la Compañía. Pero Carlos III, a pesar de su catolicismo, no dio marcha atrás, no estaba dispuesto a tolerar enemigos que cuestionaran la autoridad. Considero que los argumentos presentados por el consejo, fueron decisivos para Carlos III. Al parecer, había un cierto temor a perder el poder absoluto, por otro lado, las mismas órdenes religiosas apoyaban a esta causa, a favor de la expulsión; además estamos en un cambio de época y la compañía se acomodaba de acuerdo a la época, pero las grandes ordenes seguían fieles a la época medieval, además de la fama y de la cercanía al Papa y al imperio, la educación, la teología provocó envidias y enemistades.
En consecuencia, los motivos históricos de la expulsión hasta el día de hoy no son claros, respecto los motivos, por su parte el rey y el consejo mencionan, causas muy graves, de doctrina e injusticias que si no estudiamos a profundidad resultan justas y necesarias, sin embargo estoy convencido que detrás de todo esto habían intereses personales los cuales les llevó a actuar de esa manera.
Los posibles temas que podríamos sacar de este documento.
- Los motivos que llevan al imperio a romper la relación cercana con los jesuitas.
- Consecuencias sociales debido a la expulsión de los Jesuitas.
- La relación del Estado con la Iglesia después de la expulsión de los jesuitas

Anónimo dijo...

PAULO C. MENDOZA
La fuentes primaria me emocionan increíblemente y mucho más cuando se trata de una confrontación, que es el caso de esta fuente. Particularmente, veo este escrito como una explícita ‘rebelión’ o ‘desobediencia’ a la autoridad máxima de la Iglesia católica (aunque ponen sus razones para ello). Hay todo un proceso argumentativo a partir de una postura tomada por el concejo extraordinario, donde se ve, además, la clara oposición ante los jesuitas.
De todo ello salen a relucir temas muy interesantes: Iglesia-poder civil (eterno tema) en el contexto que se pide que el poder civil se independice del poder religioso (posición de los pensadores de ese tiempo); ¿cómo toma la Iglesia estos cambios en el pensamiento?: reacciones eclesiales; ¿qué gobiernos civiles son los que más rápidamente vieron indispensable el poder de la Iglesia católica?: aquí se nos presenta a uno de los grandes territorios católicos, península ibérica; y qué consecuencias trajo el prescindir a la Iglesia católica de sus gobiernos.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Por Rusbelfb

I parte:
El texto que tenemos, a la vista, es poco entendible, tedioso y denso, debido a que se trata de una fuente del siglo XVIII y como tal, el lenguaje, el pensamiento y el modo de redactar los documentos (textos) corresponde a su tiempo. No podemos obligar al texto más allá de sus limitaciones y contexto vital. Creo que ofrece una información suficiente para comprender y auscultar la realidad política, social, económica, cultura y religioso de la época de la Ilustración, sobre todo, la situación y la problemática en la que estuvieron embrollados los miembros de la Compañía de Jesús (Jesuitas) en los territorios del rey Carlos III.
El autor de la fuente es la Consejo General Extraordinario de Castilla, concretamente el conde de Aranda, quien era, por entonces, el presidente de tal órgano político. El destinario de la fuente es el rey Carlos III, quien por presión de Aranda había emitido el Decreto de expulsión de los jesuitas (31/03/1766). Carlos III se vio obligado a comunicar al Papa la decisión de su gobierno mediante una carta, que llegó a Clemente XIII, el 13 de abril de 1767. El papa, el 16 de abril de 1767, envía desde Roma el breve, donde comunica su tristeza por tal decisión, pide la revocatoria o suspensión del Decreto y no acepta a los jesuitas en estados pontificios, ya que había aceptado anteriormente a los portugueses y temía el incremento de carestía existente. Pese a toda intercesión, la decisión del Consejo fue: “el rey no dar marcha atrás en sus decisiones”.
El Consejo Extraordinario integrado por fiscales y grandes personalidades, para responder a la carta papal, se reunió, acordó y concluyó lo siguiente: el breve papal carece de cortesía y moderación, al Rey nadie le debe pedir cuenta de sus decisiones, el Papa no puede censurar cuyos antecedentes ignora y desconoce, muchos españoles virtuosos y doctos rechazan la presencia de Jesuitas, los jesuitas no hacen falta en las misiones para convertir a los infieles, etc. Los motivos para la expulsión de los jesuitas, según el parecer del Consejo, fueron: el servicio a la curia romana, defender la teoría regicidio, defender el laxismo en colegio y universidades, la persecución de obispos y ordenes en Japón, práctica ritos gentílicos en China, pensamiento escéptico que minusvalora la Sagrada Escritura, relajación de doctrinas morales, acumulación de bienes, abandono espiritual de sus misiones, profanación del sigilo de confesión, etc.

Anónimo dijo...

Por rusbelfb

II perte:
A estas acusaciones contribuyó el influjo de los jesuitas en la corte, el monopolio envidiable en el ámbito de la educación, la sustitución de los dominicos por los jesuitas en el confesionario. Éste último provocó muchas tensiones, rivalidades y acusaciones entre dominicos y jesuitas. Los jesuitas acusan a dominicos de jansenistas y éstos de enseñar una moral relajada. Esta controversia también dividió a los obispos españoles.
Muchas fuentes bibliográficas sostienen que las causas para la expulsión se inventaron a falta de pruebas contundentes, pero puede ser que algunos miembros de la Compañía estuvieron sumergidos en una de esas causas. Lo triste es la generalización de casos particulares que afecto a la Orden. La expulsión fue promovida por los ilustrados, quienes veían a los jesuitas como un obstáculo por su influjo político y socioeconómico. Laura Rodríguez sostiene que “la expulsión de Jesuitas fue indicio del despotismo ilustrado que no estaba dispuesto a tolerar enemigos que cuestionen la autoridad suprema del monarca”. Y Domínguez Ortiz dice que “la expulsión debe entenderse como el resultado de dos siglos de odios dentro de la Iglesia católica”. Los temas que podríamos estudiar y profundizar sería: ¿cuál fue realmente la causa de la expulsión? b) ¿Qué sucedió con los bienes eclesiásticos de los jesuitas? ¿Qué tipo de educación impartían a la gente los jesuitas? ¿Cuáles fueron los aportes en la cultura, la sociedad y la religión de los jesuitas antes de la expulsión? ¿Fortalecieron o desfiguraron el mensaje del Evangelio, los jesuitas? El contexto histórico que se desprende de los documentos es el régimen monárquico y elitista; el despotismo-nepotismo de las autoridades civiles y eclesiales, las tensiones entre órdenes religiosas de la Iglesia, la influencia de los jesuitas en los sectores importantes de la época, etc.

En conclusión, las fuentes “originales” o documentos oficiales de algún modo nos dan cuenta de la realidad en su “estado natural”, “tal como sucedió” y el modo cómo se manejó los problemas, alejada de toda interpretación. Toparse con fuentes primitivas de historia es tedioso, sobre todo para un novel en fuentes históricas.

Anónimo dijo...

Bueno el texto leído sobre la expulsión de los jesuitas de américa es un tema muy denso por el tipo de lenguaje utilizado propio de la época, es una fuente de primera mano es decir una fuente primaria, escrita por el consejo en pleno y dirigida al Rey Carlos III.
Dónde se le da razones por las cuales no debe ceder ante el Papa Clemente XIII para que revoque la orden de expulsión.Lss explicaciones que se dan no son muy claras, pero por la manera de decirlo se nota que no quieren a los jesuitas en su territorio.
Esto genera una serie de dudas al respecto prque en realidad no se sabe cuánto de verdad tiene lo que se explica en dicho documento.
Ahora:
¿Cuál fue el verdadero motivo para que el Rey rompiera esa relación con los jesuitas?
¿Todo esto tuvo algún tinte político?
¿Porqué no hicieron nada las demás órdenes religiosas?
Antonio Fernández Carrillo.

raú dijo...

La expulsión fue promovida por los ilustrados, quienes veían a los jesuitas como un obstáculo por su influjo político y socioeconómico
Ver como la compañía de los jesuitas en el apostolado a los pobres entregaba su vida a ellos, la intervención que realizaba el papa por los jesuitas los llevo a extenderse y a protegerlos, pero no fue por mucho tiempo porque a la llegada de Carlos III se dio la expulsión de ellos en Japón, India y China.
Las causas de la expulsión de los jesuitas: haber sostenido los ritos gentílicos, eran un peligro para los países ilustrados de Europa, por su defensa incondicional del Papado.
También nos ayuda a entender un poco la manera de proceder de las autoridades monárquicas y también religiosas. Hay todo un proceso político, religioso a partir de una postura tomada por el concejo extraordinario, donde se ve, además, la clara oposición ante los jesuitas.

Anónimo dijo...

Amabilia A
buenas noches profesor le envie al blog mi comentario yo no se si lo hice bien y llegó?
Es un documento un poco difícil de entender por un lado la traducción y por otro los términos Utilizados.
Bueno mi primera impresión fue de sorpresa y preocupación de seguir leyendo más para conocer mejor todos los datos que el documento presenta.
Esta carta o breve como así se refieren sus autores, empieza narrando los motivos y razones que el papa Clemente XIII había expuesto pidiéndole al rey de España Carlos III a fin de que se revoque el real decreto de extrañamiento de la compañía de Jesús, o que al menos se suspenda la ejecución. Como ya sabemos en este siglo donde estaba surgiendo con mayor fuerza la diosa razón se vivía en un contexto social y polito de muchos cambios, donde ya se iba dejando de lado la autoridad del papa; por que el hombre se daba cuenta que el pontífice y sus miembros no eran los únicos que podían dar respuestas a muchas interrogantes que surgían, ahora el individuo descubre que con su propia razón es capaz de avanzar en los descubrimientos de la ciencia, la tecnología y la misma vida de él.
Ubicándonos en este contexto según lo expuesto en el documento, los miembros del consejo que eran los más interesados en que el rey no acepte de ninguna manera el pedido del papa, ellos exponen en esta carta muchas cosas negativas que habían sido hechas por los religiosos, a mi parecer el papa desconocía todo estos argumentos más allá si fuera verdad o mentira.
Claro está que los miembros de la corona española querían deshacerse de de estas personas
Porque ellos los veían como un peligro que se armen de poder y inciten a las comunidades indígenas a levantarse contra el rey. Puede ser que sí se cometieron irregularidades de parte de algunos de estos clérigos, ya que ellos gracias a su inteligencia y eficacia en el trabajo
Habían ganado prestigio, poder y abundantes bienes materiales, Quizás todas estas cosas les llevo a perder de vista el mensaje evangélico.
Preguntas:
-¿fueron comprobados los delitos por los cuales se les acusaba a los jesuitas?
-¿Cómo empezó las enemistades entre los religiosos y las autoridades?

Anónimo dijo...

Neumi Martínez Carbajal

Esta fuente fue escrito en el siglo XVIII.
Mi impresión en cuanto a este documento fue muy conmovedor, porque siempre he tenido la idea que la compañía de Jesús eran muy respetados por ser personas muy preparadas intelectualmente. Sin embargo después de leer esta fuente me surgieron muchas preguntas y dudas acerca de su origen y su relación con la iglesia.
Aquí vemos, cómo estas personas de la corona Española presentan una carta al rey Carlos III con tanta credibilidad pidiendo su expulsión de los Jesuitas para ello manifestaban diferentes argumentos, la cual perjudicaba su vida y su estadía en dicho País.
Todo parece que los Jesuitas eran una amenaza para la corona española,ya que ellos sabían muchas cosas del rey y de las personas importantes de la corona, porque ellos eran sus confesores por lo tanto temían que los jesuitas hablaran.
Además, en esa época los Jesuitas vivían muy libres y autónomos en cuanto a toma de decisiones y no estaban sumisos al rey, es por eso que este comportamiento le generaba malestar al rey y a los políticos del estado porque pensaban que pasaría por ensima de la autoridad de su magestad y hacer lo que ellos querían.
Yo me pregunto:
¿Por qué los Jesuitas no buscaron defenderse?
Si los Jesuitas hubieran estado sugetos al rey ,¿Qué hubiera pasado?
¿Que hicieron los superiores de dicha compañía?
En conclusión, creo que todo es un naufragio y por lo tanto no tendremos la certeza de saber cuál fue la verdad de lo sucedido esa epoca.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

CUADERNOS DE QUEJAS
Neumi Martínez Carbajal

Esta fuente es de tipo escrita, era una reunión de los estados generales, se podría decir que fue escrito en un contexto de disturbios y problemas político, económico y religioso del estado, porque en esta época siglo XVIII, se estaba viviendo una crisis por la revolución francesa.
Al leer esta fuente me pareció muy interesante pero al miso tiempo muy complejo, por el nombre de cuadernos de quejas, yo me preguntaba ¿por qué este nombre? Sin embargo es una fuente de mucho contenido histórico.
Por lo tanto yo diría que sería de mucha relevancia estudiar varios temas como por ejemplo:
1) ¿Cuál fue la relación entre estado y el pueblo?
2) ¿Cuáles fueron los derechos de los artesanos?
3) ¿Cómo surgieron los burgueses?
4) ¿Cuál fue la respuesta del rey frente al cuaderno de quejas?
La visión que se tiene durante esta época, año 1789 que la monarquía Francesa estaba atravesando por momentos muy difíciles y pensaban encontrar la solución en la convocatoria de los estados generales. Sin embargo esto solo le trajo problemas, porque el partido nacionalista encabezó en la lucha contra los privilegiados.
Se convoca a un sufragio universal conformado por los nobles ellos se reunían en la capital de cada circunscripción electoral (la bailía) para elegir los diputados del estamento, y lo mismo harían los miembros del estamento eclesiástico, en cuanto al tercer estado las elecciones sería más complicado ya que eran mayor votantes.
La mayoría de electores eran artesanos y campesinos, al ser instruidos y la mayoría era analfabetos eligieron como representantes a los burgueses. Esto implicaba que al mismo tiempo que los electores designaban a sus diputados, debían redactar unos cuadernos de quejas (cahiers de doleancés) esto con la finalidad de que cada comunidad expresase sus reivindicaciones y facilitase la tarea a cada diputado.
Estos cuadernos de quejas deberían constituir, un cuadro muy completo de la situación de Francia en aquellos momentos.

En conclusión este es lo que pude entender en cuanto a la fuente, también busqué información en internet para poder profundizar un poco más.

Anónimo dijo...

Alberto dijo
Anónimo dijo...
Como una anécdota con lo sucedido con los Padres redentoristas en Polonia, el gobierno comunista confundió la presencia de los redentoristas con la compañía de los jesuitas. A raíz de la expulsión de los jesuitas, que ya no estaban laborando en ese país, al ver a los padres redentoristas, casi idénticos en el hábito, el gobierno nos llamó a los redentoristas “Jesuitas camuflados o disfrazados”, además por el hecho de que los redentoristas nos caracterizamos por las misiones populares en los campos, al mismo tiempo los jesuitas eran misioneros del campo.
Con esa anécdota me puse a pensar que los jesuitas no fueron una compañía que extendió fácilmente su congregación sino sufrieron muchas expulsiones, aun teniendo las protecciones del papa, o de la curia romana. Leyendo el texto me puse cuestionar algunos aspectos que luego traté de responderme. Si es una congregación religiosa que lleva el mensaje de Cristo, arduo trabajo en el apostolado a los pobres, ¿Por qué tanto fueron las voces que pedían el abandono de los jesuitas de los lugares que laboraban? Lo cierto es que la lectura nos presenta algunas cualidades al mismo tiempo las deficiencias de la compañía ¿Cómo cuáles? Primero, se destaca a la compañía por los trabajos que realiza, valorando y honrando a sus hombres virtuosos, empezando desde su santo fundador, y siguientes. Seguidamente, se denuncia a algunos líderes de la compañía que desvirtúan al pueblo con ideas y doctrinas morales que solo sirven de relajación que no enseñan nada positivo. Otros, con pensamientos puramente personales se apartaron de la tradición de la iglesia, armando escándalos. Todos estos sucesos no solo afectaron a un solo lugar sino casi en todo el mundo, provocando, por ejemplo en Japón y en las indias las persecuciones hacia los obispos y a las órdenes religiosas, suscitando revueltas, tumultos, etc. Al parecer la compañía gozaba de prestigios altos, ocupando cargos importantes y con un dominio extraordinario en las tierras del occidente. Se han revelado contra el gobierno español y enseñan falsas doctrinas en las misiones a los infieles de América, han abandonado el lado espiritual, han profanado el sigilo de la confesión, tentados a la codicia de los bienes, etc.
Todos estos escándalos de la compañía, provocó la reacción de los contrarios en España, por la que mediante una carta se solicita a su majestad Carlos III, a no ser cómplice como lo ha sido su santidad, escondiendo las depravadas actitudes de la compañía. Se espera la solución del rey.
18 de agosto de 2012 11:35

Anónimo dijo...

José Eduardo Ticona Ururi dijo:

Este artículo muestra un trasfondo muy duro, la compañía de Jesús debe haber sufrido bastante ante la expulsión, se nota en la Iglesia un fuerte tensión entre los que quieren defender a los Jesuitas y sus opositores, los motivos por los cuales el Consejo Extraordinario atribuye me parecen insuficientes, porque no da importancia a la parte pastoral, se da mucho énfasis a lo jurídico, o a asuntos de cortesía, pero no se dice claramente en motivo contundente por el que se debe mantener la sanción a los jesuitas.
Los motivos que se presentan de relajación de las doctrinas morales y el probabilismo

Por otro lado, la privación de defensa a los súbditos jesuitas, y la esclavitud de su entendimiento de la que se habla, aunque fuese una realidad, tampoco es un motivo para estar en contra de los jesuitas. Sin embargo, el gran desarrollo logrado en las zonas de misión jesuítica y ese espíritu independiente de pensamiento, pienso que fue algo que los hizo ver como peligrosos.

El argumento de que los jesuitas se consideraban los únicos para la conversión de infieles, y salud de las almas, tampoco es del todo real, ya que en muchos territorios, llegaron antes que ellos los franciscanos.

En fin son tantos los motivos que se presentan, pero en el fondo yo veo claramente una fuerte disputa en la que el Consejo motiva a no dar oídos a negociación alguna, y es más, a que se proceda con prudencia, disimulo, y firmeza, en contra de los jesuitas, y aunque muchos jesuitas hayan dado motivo, pienso que fue un error y abuso mantenerlos muchos años expulsados.
Con relación a toda esta problemática, estas son algunas preguntas que se podrían plantear:
¿Por qué el Consejo en vez de ir contra los jesuitas, no buscó un trabajo de mutuo beneficio con los jesuitas?
¿Los rigoristas de ese tiempo tuvieron alguna influencia fuerte en las decisiones contra los jesuitas?
¿Se llegó alguna vez a demostrar las faltas de las que se acusaba a los jesuitas?
¿En que se beneficiaba el Consejo Extraordinario y Carlos III, al mantenerse la expulsión de los jesuitas?

Anónimo dijo...

Gonzalo Salcedo cmv
Como lo dije al inicio del otro comentario (creyendo que el cuaderno de quejas era el primero que debía ser leído) Ha sido interesante leer estas fuentes y a partir de ellas intentar imaginar todo el contexto en el que fueron escritas. Ambas fuentes ponen de manifiesto un aspecto diferente de la relación de la Iglesia con el Estado (Monarquía) y la relación de la Iglesia con las nuevas ideas que la Ilustración estaba introduciendo en los contextos europeos y por consecuencia en las respectivas colonias.

En la segunda fuente "Consulta del Consejo Extraordinario... sobre la expulsión de los Jesuitas" se ve en cambio como años antes del proceso arriba comentado, la corona española Expulsa a los Jesuitas, estos se defienden y piden la anulación de su extrañamiento; por lo cual el documento leído nos da todos los argumentos por los cuales Carlos IIII no puede aceptar este pedido de anulación que llega del Papa Clemente XIV. Este consejo formado por altas personalidades políticas, fiscales no está de acuerdo con la revocación del Decreto Real de Expulsión exponiendo pues los malos manejos que los Jesuitas han hecho, así como un abandono de las misiones, claro está este hecho va dirigido no hacia toda la Iglesia, sino a los jesuitas ya que después de su expulsión serán otras órdenes que llevarán adelante la evangelización en tierras alejadas. Muchas son las acusaciones, se les acusó de servir a Roma, de fomentar otras doctrinas (probabilismo), de ser simpatizantes de la caída del régimen monárquico, de incentivar los motines de Esquilache (donde murió el ministro español de este nombre). Todas estas causas se muestran como una maniobra política que se había ya gestado tiempo atrás. Por otros documentos de la Compañía y películas que se tejieron alrededor de este hecho, vemos como si es verdadero el deseo de una evangelización por parte de los jesuitas, poniendo en primer lugar la vida de los "infieles" defendiendo sus derechos y ayudándolos a un desarrollo lo que hoy llamamos promoción humana; claro está que en un contexto donde la esclavitud es una actividad económica muy fuerte, este tipo de protección no está bien vista por los poderosos. Siendo estudiosos y llevando adelante colegios y universidades está por demás pensar que si estuvieron en contacto con las ideas ilustradas y que las hayan divulgado algunos, porque esto es claro seguramente alguien fue culpable; pero no todos lo fueron. La expulsión definitiva de los Jesuitas no solo de los territorios españoles, sino que anteriormente de los territorios portugueses y posteriormente de Francia se convierte así en una forma de acabar con un peligro latente para el régimen monárquico, que terminó adueñándose de paso de todas las propiedades Jesuitas.
La ilustración remeció los cimientos del antiguo régimen y por ende los de la Iglesia misma, llegando a contraponer estas dos instituciones que venían legitimándose una a la otra.
Gonzalo Salcedo. cmv
iesmero

Anónimo dijo...

Juan Miguel Navarro Colmenares- EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS
En su largo trabajo los jesuitas aprendieron la lengua aborigen para facilitar la comunicación, y algunos indios lograron aprender el español, esto dio buenos frutos en las Misiones e hizo creer a algunas autoridades que se estaban enriqueciendo a costa del trabajo aborigen, y muchos funcionarios inescrupulosos trataron de averiguar si esto era cierto para apropiarse de esas riquezas. En esos campos se cultivaba maíz, trigo, papa, mandioca yerba mate, tabaco, algodón y caña de azúcar. En sus enseñanzas los indios aprendieron las técnicas de la ganadería, y en sus talleres se destacaron por el esmero en tareas de pintura, el trabajo en madera, el tallado de las piedras, siendo excelentes herreros y plateros.
En 1750 se firmó el Tratado de permuta entre España y Portugal, por el cual España le cedió al segundo país, la zona ubicada entre los ríos Uruguay e Ibicuy. En ese lugar se hallaban radicadas siete misiones jesuitas. Los indios resistieron la medida, temerosos de caer bajo el poder portugués, y su sometimiento, impidiendo que pudieran demarcarse los nuevos límites. Los padres jesuitas fueron acusados de alentar la resistencia. En 1754, en una operación conjunta española-portuguesa funcionarios de ambos estados repelieron a los indios insurrectos.
Los jesuitas fueron criticados por su dependencia del papado, con quien colaboraban en sus rivalidades con las autoridades temporales europeas, por sus enseñanzas conservadoras y su prédica de inmiscuir la religión el plano político. A esto se sumó como desencadenante el haber sido acusado del atentado contra José I de España
Al dictarse en Madrid, la Real pragmática de expulsión de la Compañía de Jesús, inspirada en la nueva forma de gobierno del despotismo ilustrado, en febrero de 1767, la suerte de jesuitas y sobre todo de los aborígenes estaba sellada. Los jesuitas fueron desterrados de la Metrópoli española y de todos sus dominios. Meses más tarde, el gobernador de Buenos Aires, ayudado por fuerzas policiales, hizo cumplir la orden. Los alcaldes fueron los encargados de esta tarea en las misiones, y los jesuitas fueron embarcados rumbo a Europa, iniciándose el ocaso de las Misiones. Así terminó la obra en América de los jesuitas, orden fundada en 1534 por San Ignacio de Loyola. Y también las cuantiosas propiedades de los jesuitas les fueron confiscadas.

Anónimo dijo...

Navarro Colmenares Juan Miguel
Expulsión de los Jesuitas

En su largo trabajo los jesuitas aprendieron la lengua aborigen para facilitar la comunicación, y algunos indios lograron aprender el español, esto dio buenos frutos en las Misiones e hizo creer a algunas autoridades que se estaban enriqueciendo a costa del trabajo aborigen, y muchos funcionarios inescrupulosos trataron de averiguar si esto era cierto para apropiarse de esas riquezas. En esos campos se cultivaba maíz, trigo, papa, mandioca yerba mate, tabaco, algodón y caña de azúcar. En sus enseñanzas los indios aprendieron las técnicas de la ganadería, y en sus talleres se destacaron por el esmero en tareas de pintura, el trabajo en madera, el tallado de las piedras, siendo excelentes herreros y plateros.
En 1750 se firmó el Tratado de permuta entre España y Portugal, por el cual España le cedió al segundo país, la zona ubicada entre los ríos Uruguay e Ibicuy. En ese lugar se hallaban radicadas siete misiones jesuitas. Los indios resistieron la medida, temerosos de caer bajo el poder portugués, y su sometimiento, impidiendo que pudieran demarcarse los nuevos límites. Los padres jesuitas fueron acusados de alentar la resistencia. En 1754, en una operación conjunta española-portuguesa funcionarios de ambos estados repelieron a los indios insurrectos.
Los jesuitas fueron criticados por su dependencia del papado, con quien colaboraban en sus rivalidades con las autoridades temporales europeas, por sus enseñanzas conservadoras y su prédica de inmiscuir la religión el plano político. A esto se sumó como desencadenante el haber sido acusado del atentado contra José I de España
Al dictarse en Madrid, la Real pragmática de expulsión de la Compañía de Jesús, inspirada en la nueva forma de gobierno del despotismo ilustrado, en febrero de 1767, la suerte de jesuitas y sobre todo de los aborígenes estaba sellada. Los jesuitas fueron desterrados de la Metrópoli española y de todos sus dominios. Meses más tarde, el gobernador de Buenos Aires, ayudado por fuerzas policiales, hizo cumplir la orden. Los alcaldes fueron los encargados de esta tarea en las misiones, y los jesuitas fueron embarcados rumbo a Europa, iniciándose el ocaso de las Misiones. Así terminó la obra en América de los jesuitas, orden fundada en 1534 por San Ignacio de Loyola. Y también las cuantiosas propiedades de los jesuitas les fueron confiscadas.